La realidad aumentada es una de las tendencias tecnológicas que pueden incorporarse en el ámbito educativo y traer grandes beneficios. Su implementación a nivel áulico resulta sencilla, en tanto solo requiere de un dispositivo electrónico de uso cotidiano: el celular.

A diferencia de la realidad virtual, no precisa de tecnología costosa ni de un software sofisticado. Por lo tanto, tu escuela podrá incorporar esta metodología de trabajo a las planificaciones sin mayores dificultades.

Como herramienta tecnológica, la realidad aumentada se aplica en diversos contextos, desde los médicos y comerciales hasta el mercado de los videojuegos y el ámbito educativo.

En este artículo, te contaremos cómo llevarla a las aulas y patios de tu institución. Además, descubrirás qué ventajas implica para la educación en general y para los procesos de enseñanza y aprendizaje en particular.

¿Qué es la realidad aumentada?

La realidad aumentada es la superposición de elementos digitales sobre la realidad material existente. Este proceso se efectúa mediante un dispositivo con cámara frontal, como un celular, una tablet o una netbook que sea de fácil traslado.

Si necesitas un ejemplo para poder imaginarlo, piensa en el furor del fenómeno Pokémon Go. Gracias a este juego, las personas pueden buscar a los pocket monsters o “monstruos de bolsillo” por sus casas, calles y parques.

La realidad virtual opera mediante capas que se agregan al mundo físico en tiempo real. De este modo se incrementa la experiencia con la realidad, en tanto se le añade conocimiento como información superpuesta e interactiva.

Al añadir información a la realidad se genera un entorno de aprendizaje novedoso y efectivo. El conocimiento resultante es, entonces, situado, pues está incorporado a un mundo concreto con características particulares.

La realidad aumentada y sus características

Para pensar en el posible uso de esta tecnología en el ámbito educativo, será necesario conocer sus características. Las principales son:

1. Permite combinar el mundo real con el mundo virtual.
2. Precisa de dispositivos móviles trasladables y de fácil acceso, como tablets, celulares o netbooks.
3. Requiere únicamente de un software de realidad sencillo. Como, por ejemplo, Zapworks o Metaverse que permiten agregar elementos, imágenes y videos a ambientes comunes como los salones de clase.
4. Su uso admite contextos diversos, como el aula, el patio o una salida educativa.
5. Permite el diseño de los diferentes elementos que se superpondrán a la realidad: por ejemplo, pueden colocarse palabras en inglés sobre los objetos del aula datos numéricos sobre ciertos elementos del patio.
6. Habilita la interacción en tiempo real, lo cual permite que niños y jóvenes sean partícipes de su proceso de aprendizaje en lugar de mantenerse pasivos.
7. Aprovecha las 3 dimensiones: ancho, alto y profundidad.

¿Cómo contribuye la realidad aumentada en el aprendizaje del estudiante?

La realidad aumentada, como toda tecnología, resulta una mediadora del conocimiento. En este sentido, su uso dependerá del contenido que se quiera enseñar y de las capacidades que se busque desarrollar.

Asimismo, estará muy ligado al conocimiento que tenga de la herramienta quien decida implementarla en el aula. En otras palabras, y como ocurre con todo desarrollo tecnológico, no es la herramienta en sí lo que cuenta, sino el uso que se hace de ella.

Dependiendo de la disciplina en la cual se incorpore, la realidad aumentada puede tener distintos usos. Asimismo, demuestra múltiples posibilidades según la zona de la institución educativa en la cual se aproveche:

• En Historia, puede recrear hechos célebres sobre escenarios que sean patrimonio histórico.
• Para Biología, el cuerpo de un compañero puede emplearse como base para ilustrar cuestiones de salud.
• En educación técnica, puede simular procesos específicos como el de un circuito eléctrico.
• En salidas educativas, puede ofrecer información complementaria sobre la geografía y la cultura.
• En una clase, puede disparar actividades lúdicas de gamificación aprovechando el mobiliario del aula.

• Si el estudio se centra en el cielo, puede ampliar los conocimientos de los alumnos sobre Astronomía.
• En el patio, puede ofrecer datos sobre plantas, insectos o procesos físico-químicos, como por ejemplo la lluvia.
• En relación con la Lengua, puede colocar sobre los objetos su nombre en distintos idiomas.

¿Cuál es la diferencia entre realidad aumentada y realidad virtual?

Existen varias diferencias entre la realidad virtual y la realidad aumentada. En el ámbito educativo, las más importantes tienen que ver con la metodología que implican ambas herramientas y con los costos que exigen.

La realidad virtual es la creación de un entorno digital que simula una realidad alternativa, diferente del mundo físico. En educación, este proceso implicaría una metodología de caso: con ella pueden desarrollarse ciertas capacidades motrices o ejercitarse habilidades muy precisas en relación, por ejemplo, con la medicina.
En cambio, la realidad aumentada supone un contacto directo con el mundo real, y por lo tanto una metodología situada. El desarrollo, en este sentido, es más cognitivo e interactivo.

En cuanto a los costos, la realidad virtual requiere unas gafas especiales con un alto valor, mientras que la realidad aumentada solo precisa un teléfono móvil. Muchos niños y adolescentes ya cuentan con este dispositivo para comunicarse con sus familias.

Por último, los software que utilizan ambas tecnologías difieren en complejidad y costo, siendo los que requiere la realidad virtual los más onerosos.

¿Cómo aplicar la realidad aumentada en la educación?

Para que la realidad aumentada pueda redundar en beneficios para la enseñanza y el aprendizaje, es preciso que el docente a cargo esté capacitado para su empleo.

Así, por ejemplo, podrá trasladar a un software multimedia un contenido que un grupo de alumnos con celulares pueda receptar a través de la aplicación específica.

Existen varios software diseñados para implementar la realidad aumentada. Una vez que se aprende a utilizarla, solo es cuestión de anclar en el mundo real —sobre el mobiliario de aula, por ejemplo— los elementos sobre los cuales se asentará el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Asimismo, también es posible que tu institución cuente con tablets o netbooks para cada alumno, o bien que los mismos alumnos cuenten con smartphones. Como dijimos, el empleo de esta herramienta no es complejo, solo precisa planificación y preparación.

Existen varias ventajas referidas al uso de realidad aumentada en la educación:

1. Permite captar el interés de niños y adolescentes.
2. Afianza el aprendizaje autónomo.
   Favorece aprendizajes situados.
3. Compromete al sujeto del aprendizaje con un rol más activo.
4. Fomenta el aprendizaje inmersivo.
5. Potencia el contenido con elementos lúdicos e interactivos.
6. Fomenta la interacción del alumno con sus compañeros y con el docente, y favorece la adquisición de habilidades blandas como el trabajo en equipo.
7. Adapta el aprendizaje al ritmo de cada alumno.
8. Integra a todos los miembros del curso al implicarlos en una misma actividad.

Tipos de realidad aumentada

Actualmente, podemos distinguir 3 tipos de realidad aumentada (es seguro que en un futuro cercano aparecerán más distinciones):

1. Imágenes.

Pueden colocarse elementos de realidad aumentada sobre logos de empresas, etiquetas de productos, mapas o fotos, es decir, sobre imágenes preestablecidas. Al ser escaneada, el teléfono celular reconoce la imagen y ofrece los datos configurados sobre ella.
Un docente podría aprovechar estas imágenes durante el cursado y pedirles a los alumnos que las visualicen con sus celulares para descubrir el contenido de la clase.

2. Espacios

La tecnología puede reconocer habitaciones y colocar sobre ellas elementos virtuales. Así, la realidad aumentada puede generar mapas en tres dimensiones y otorgar información sobre lo observado.
Puedes utilizar esta opción en tu misma institución o durante una salida educativa. ¿Te imaginas una búsqueda del tesoro por todo el edificio mientras los alumnos incorporan algún conocimiento teórico?

3. Lugares

Gracias a las coordenadas geográficas y los GPS de los teléfonos, es posible ubicar lugares y agregar elementos sobre ellos; por ejemplo, para una futura salida educativa. Este tipo de realidad aumentada puede utilizarse, por ejemplo, para reconocer el patrimonio histórico y cultural.
Finalmente, las capas de contenido que se generan pueden ser imágenes, videos, datos, cuadros, emojis o animaciones, entre muchas otras alternativas.

Conclusión

Como vimos, la realidad aumentada tiene que ver con la superposición de elementos virtuales sobre el mundo físico, en tiempo real y mediante un dispositivo móvil. Dado que acceder a ella es relativamente sencillo, su implementación en las aulas se convirtió en una posibilidad efectiva.

No implica altos costos, solo capacitación y una planificación previa, por lo que podría ser implementada en la rutina escolar o en viajes educativos esporádicos.

Además, como ventaja indiscutible resalta el tipo de motivación que supone para los estudiantes, tanto de manera individual como colectiva.

Ahora bien, como todos los desarrollos vinculados con las TIC, la realidad aumentada debe ser un medio y no un fin. Así, podrá afianzar el vínculo educativo entre docentes, alumnos y contenido siempre y cuando un proyecto institucional y de aprendizaje sólido le dé sentido y soporte.

Muchos docentes se preguntan cómo motivar o captar la atención de sus estudiantes, en tanto están conscientes de que la distancia generacional está marcando diferencias en cuanto al acceso al mundo real.

A su vez, saben que vivir todo el tiempo en el mundo virtual trae sus desventajas, y que estos escapes deben realizarse de forma consciente. La realidad aumentada podría ser la respuesta, en su rol de mediadora entre ambos mundos.

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