Educación Virtual: Una Tendencia que se Acentúa con las Aulas Híbridas

por 5, Abr, 2021Blog, Comunidad

La pandemia por Covid-19 ha dejado marcas y secuelas en todos los aspectos de la sociedad tal y como la conocíamos. La escuela no ha sido ajena a esta obligada transformación. Y aun con la esperanza de la vacuna en ciernes, la educación virtual forma parte de la nueva normalidad.

Así, lo que inició de manera azarosa, sin saber muy bien cómo resolver algunas cuestiones de fondo y dando lugar a la contingencia del día a día, la virtualidad en materia de educación se ha instalado como parte de la educación del futuro.

En este contexto ya se piensa en aulas híbridas, es decir, espacios donde conviven de manera simultánea la presencialidad de un grupo de estudiantes con otra parte de ellos, o el profesor por caso, en asistencia por teleconferencia.

Es decir, la innovación continua, el aggiornamiento a la nueva realidad, la necesidad de respetar protocolos sanitarios y la urgencia por una vuelta a la normalidad —lo más parecido posible a lo que conocemos— dan lugar a nuevos desarrollos respecto de qué es y cómo entender la educación virtual.

Las aulas híbridas han sido pensadas como espacios donde convergen estudiantes y docentes en modo presencial y por teleconferencia a la vez.

 

Qué es la Educación Virtual

 

Ahora bien, definamos qué es la educación virtual.

La educación virtual aparece como opción y como concepto con la llegada de internet. De a poco, la posibilidad infinita de la World Wide Web supuso un cambio radical en el modo de concebir los procesos de enseñanza y aprendizaje.

La ONG Argentinos por la Educación entiende la educación virtual en términos de las herramientas digitales disponibles para acercar la educación desde las escuelas hasta los domicilios.

Sin embargo, reconocen en el país una gran desigualdad no solo en el acceso a herramientas digitales (como podrían ser PC, tablets, smartphones), sino también a las posibilidades de conectividad.

Mitos y Realidades de la Educación Virtual en Argentina

 

Todos los Ministerios de Educación provinciales se aprontaron a dar respuesta ante la emergencia por COVID-19 que confinó a 14.5 millones de estudiantes en sus hogares. Y cada una de las 24 jurisdicciones salió con plataformas para mantener el vínculo estudiantes-escuela.

La realidad es que el esfuerzo no resultó suficiente en cuanto a la conectividad. De modo similar ocurrió con el programa CONECTAR igualdad, en su momento. Son esfuerzos gigantescos, con muy buenos resultados, pero en los que hay que seguir trabajando en función de la calidad e igualdad educativa.

 La educación virtual cobra nuevas formas y sentidos a partir de la pandemia por Covid-19

Pese a todo, la educación virtual fue la respuesta inmediata para salvar el alejamiento de los estudiantes de los establecimientos educativos, frente a las medidas de ASPO y DASPO, que se instrumentaron para frenar el avance de la pandemia por covid-19.

Y como sucede en todos los órdenes de la vida, la experiencia dejó saldos positivos (plataformas educativas de alto impacto, trabajo colaborativo, fomento de estrategias STEAM para el desarrollo de las ciencias) y negativos, en los que habrá que seguir trabajando.

En este sentido, la realidad tiró por el suelo algunos mitos en torno a la educación virtual:

  • La educación virtual o en línea es de menor calidad. Falso. Quedó demostrado que la educación de calidad no está sujeta a un tipo de mediación.
  • El nivel de exigencia es menor. Falso. Docentes y estudiantes se vieron compelidos a desarrollar nuevas estrategias de metacognición e incluso a adquirir habilidades en el manejo de ciertos programas, para dar respuestas novedosas a problemas viejos.
  • Hay que ser un experto en plataformas virtuales. Falso. La realidad se impuso y cada institución, cada escuela, cada docente, más allá de los condicionamientos particulares, se apropió de la virtualidad a partir de las herramientas que tuvo a su alcance.
  • La educación virtual iguala oportunidades. Falso. Para que la educación virtual se traduzca en igualdad de oportunidades, son necesarias garantías básicas de necesidades mínimas y acceso a infraestructura, lo que no siempre está garantizado.

Educación Virtual Vs. Educación Presencial

 

Entonces, ¿qué conclusiones podríamos sacar de un año de educación virtual y a distancia? Sin dudas el camino que queda por recorrer es largo, pero ya estamos en condiciones de perfilar algunas respuestas.

Vemos algunos rasgos que definen y caracterizan una modalidad frente a la otra:

  • Rol docente. En la educación virtual, el maestro/docente/profesor cambia su rol de instructor al de mediador. Los estudiantes ya no están expuestos a un único saber, sino que pueden confrontar con múltiples voces a través de internet.
  • Educación inclusiva y de calidad. En contextos favorables, la educación virtual, como complemento de la presencialidad, abre las puertas a un universo de posibilidades y formas inéditas de educación. La educación presencial está reducida a la comunicación oral y escrita, en tanto que la educación virtual se potencia con tantos recursos como inteligencias múltiples de las personas.
  • Trabajo colaborativo. Las TICs en educación favorecen el trabajo colaborativo con base en proyectos. Usadas en entornos de educación presencial, potencian los materiales, tiempos y espacios de trabajo.

La Vuelta a Clases Presenciales y la Combinación con Educación Virtual

 

Con más dudas que certezas, y ante un panorama francamente incierto, se ha dado el retorno a clases.

Febrero y marzo, de a poco, han visto regresar a docentes y alumnos bajo lo que se conoce como nueva normalidad: burbujas, protocolos de higiene y seguridad y la posibilidad de nuevas cuarentenas antes rebrotes o casos confirmados de covid-19.

El regreso a clases llegó bajo estrictos protocolos de seguridad que garantizan el bienestar de alumnos, docentes y familias.

El gran desafío que se presenta es capitalizar la experiencia del año anterior de manera tal que esta nueva presencialidad (que, claramente, dista mucho de la escuela que conocemos hasta marzo del 2020) se apropie de lo mejor de la virtualidad.

La Vuelta a Clases Presenciales y la Combinación con Educación Virtual

Ya sea en esquemas de burbujas, en horarios alternativos o bien bajo la modalidad de escuelas híbridas, la educación virtual es parte de la realidad escolar postpandemia. En ese sentido, las instituciones enfrentan un desafío extraordinario en materia de actualización.

Y cuando hablamos de actualización no solo nos referimos al equipamiento técnico necesario para implementar aulas virtuales, en algunos casos, híbridas, en otros, sino también a la formación de los RR.HH., docentes y no docentes, para que puedan aprovechar al máximo cada una de las herramientas disponibles.

Retos, Desafíos y Claves para Optimizar el Uso de Nuevas Tecnologías en el Ciclo Escolar 2021

 

Como dijimos, este regreso a clases incluye de manera ineludible las TICs en cualquiera de sus formas. Así, la educación virtual no es ya una herramienta de uso discrecional o una aspiración a futuro, sino que constituye la clave de la presencialidad post pandemia.

El mayor de los retos del sistema educativo, en general, y de cada institución, en particular, será garantizar la presencialidad con la mayor continuidad posible. En ese sentido, el apego a los protocolos y el uso de formatos de aulas híbridas serán de gran ayuda.

Ya se trate por pertenencia a grupos de riesgo o por contacto estrecho, es probable que docentes y alumnos se vean obligados a cumplir cuarentena o periodos de aislamiento.

En esos casos, retomar las vías de contacto virtual serán la manera más efectiva de sostener el proceso de enseñanza aprendizaje.

Y en torno a esa posibilidad no cabe la menor duda de que traer a colación los desarrollos y adquisiciones del año anterior será siempre una manera de estar por delante frente a los retos educativos que depara este ciclo escolar.

Los desafíos de la educación postpandemia son mayúsculos, pero también pueden beneficiarse de lo aprendido durante el ciclo escolar 2020.

Conclusión

 

Cada año, el inicio del ciclo lectivo suma desafíos, retos, oportunidades y, por supuesto, la incertidumbre de la contingencia frente a la novedad.

Y si el ciclo escolar 2020 sorprendió a todos en cuestiones de contingencia y virtualidad, al 2021 le queda la responsabilidad de hacerle frente al retorno a la presencialidad en un mundo muy distinto al que conocimos.

Con las escuelas abiertas, protocolos estandarizados y la esperanza de la vacuna cada vez más cerca, el desafío es capitalizar lo aprendido para hacer del regreso a las aulas un espacio seguro, con una presencialidad cuidada que se apropie de lo mejor de la educación virtual.

Burbujas, aulas híbridas, horarios deducidos, trabajo por proyectos: todo está por verse en este ciclo escolar postpandemia.

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