La imposibilidad de los colegios para tomar medidas frente a la morosidad

por 8, Ene, 2019Administración, Blog, Recaudación

En Argentina existen organismos públicos que en aras de “proteger” la educación de los matriculados le prohíbe a las Escuelas suspender a los alumnos o impedirles que puedan presentar exámenes o talleres.

Esto es algo en donde muchas personas caen en polémicas, ¿es necesario que un niño pague el precio por la irresponsabilidad de un adulto?

La respuesta es no, la educación es un derecho universal, pero en las Escuelas de Gestión Privada el servicio y la educación de calidad no puede ser garantizado si los padres no abonan lo que deben.

Para evitar la morosidad, las escuelas adoptan estrategias que van desde la exigencia de abonar los aranceles por débito automático hasta anoticiar a las familias de que en caso del incumplimiento la deuda será derivada a un estudio jurídico.

Algunas Instituciones consultadas informaron que en los casos de deudas de seis o siete meses, y después de conversar con la familia, confeccionan pagarés a levantar a fin del ciclo lectivo o al comienzo del otro.

El contrato por el cual un establecimiento presta un servicio educativo privado se enmarca en una relación de consumo, razón por la cual se debe aplicar la norma más favorable al consumidor: los padres de los alumnos.

En Córdoba, por ejemplo, el plazo que tiene una institución para demandar judicialmente por cuotas impagas expira al año. Ese plazo de prescripción, previsto por el Código Civil, es más benéfico para el consumidor que el genérico (tres años) que fija la propia Ley de Defensa del Consumidor.

Por otro lado, en provincias como Santa Fe aquellos colegios que gozan de un porcentaje elevado de subvención se ven afectados por una normativa provincial en lo que respecta a la temática. Los colegios que reciben 100% de aportes no pueden cobrar intereses ni tampoco hacer reclamos judiciales por deuda. Como cita el inciso 9 de la Disposición Nº 0251/94: “…la falta de pago no afectará de ninguna manera al alumno, tampoco generará intereses, recargos o actualizaciones.”

Es por esto que cuentan con pocas herramientas para contrarrestar la “no cobranza” y deben tomar medidas alternativas para que sus niveles de morosidad no sean tales que dificulten la gestión.

La solución más utilizada para recaudar la mayor cantidad posible de cuotas son los múltiples medios de pagos que se le brinda a los padres, lo que deriva en la contratación de un software que permita automatizar esta cobranza.

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